lunes, 5 de agosto de 2019

Rojo

Las olas baten el rojo sobre las rocas grises, la espuma te envuelve y te desnuda al son de la marea. Llueve desconsoladamente sobre ti mientras aquí sentado, al borde del acantilado, lejos, te veo sin mirarte.

 Las rosas se mecen al ritmo de la respiración hiriendo con sus espinas el cuello lacerado. Aspiro el canto de la bruma y expiro sangre, acudo y huyo. Gotas de sangre que se escapan entre los dedos, pétalos al encuentro de la pérdida.

Y me desgarro de desolación y abandono mientras te vas a la deriva dejando ante ti el rastro de tu vida. Las olas baten el rojo entre cresta y cresta mientras aquí sentado, al borde de la locura, muy lejos, te escucho sin oírte.

El viento vestido de abismo tiñe la luz de negro y gris y el dolor se agarra a la garganta como si la vida le fuera en ello. Abro la boca desesperado, derrotado y vencido por el rojo de tu cuerpo roto, de tu vida ida en hilos de sangre que recorren las vetas blancas de la pizarra.

Te diluyes más y más dejando en la orilla el recuerdo de la vida, y arriba, aquí sentado lo abrazo mientras lloro el adiós.

Con mi voz te estoy llamando

No hay comentarios:

Publicar un comentario