domingo, 26 de diciembre de 2021

Rojo

I

Entrelazamos olvidos que deberíamos recordar, coserlos con nuestras memorias ciegas para observar y encontrar la luz que nunca se debió apagar.

Ser quien seremos y no quien fuimos.

Deberíamos recoger los retales caídos por el camino para olvidar, abrazar el ayer en una despedida mientras hundimos la mirada en un paso hacia adelante.

 

II

Cae el negro en diminutas gotas de lluvia sobre la piel lacerándola de huellas rojas de luna. En realidad, no dejamos de ser seres ingrávidos que se aferran a la vida abrazando el dolor, pesado, denso, gris.

Soltemos lastre , que el viento sea nuestro destino.

III

La vida se nos retuerce por recovecos del alma al crear un laberinto de destinos sin definir. El abandono nos encuentra y ya no nos suelta, nos viste y nos desnuda; nos encogemos y lo protegemos ante un abismo de redención.

El alma se nos retuerce por los recovecos de la vida.

IV

Sólo son sombras que escapan en la oscuridad a protegerse de su propia soledad. Viven bajo pieles corrientes entre el odio de los miedos, el murmullo de aguas rojas rompiendo en orillas de barrio.

Corazones que laten, que ríen, que gritan, que se esconden y se encogen. Corazones que aman. 

V

Cada noche reconstruimos lo que el día nos quitó dejándonos en el desconcierto. Vivimos los sueños con ojos de perro azul sabiendo, sin ser conscientes de ello, que como ya se escribió, no los recordaremos al despertar.

Y la mañana nada sabrá, ni de nosotros ni de quien vive en el espejo.

 

VI

Nos desbordamos de amor rebasando todas las barreras ajenas en una caída libre sin red. Nos abrazamos, nos besamos, fornicamos y, exhaustos de verdad, claudicamos con la piel en la sonrisa.

Somos red de carne y alma sin afán de atrapar, con ánimo de liberar. Ávidos de tacto en nuestras almas, de dejar atrás la soledad para no volver más la mirada.

Amamos.

 

VII

Y te dejas llevar con el deseo vencido. La derrota es dulce, como el recuerdo, aún sensible, que pervive en el aire quieto de tu cuerpo.

Te elevas sin dejar la gravedad en un momento de eternidad donde el tiempo está ausente. Eres brisa, eres mar, eres hierba al viento cálido del verano, orgasmo satisfecho