domingo, 17 de julio de 2022

Pablo

Emergiste expulsado de un océano a la vida. Tú eras todo arruga; yo, el mundo por montera. Llanto de mal despertar; inmensa felicidad. 

Apenas pellejo, desnudo y frágil, diminuta criatura capaz de conquistar mundos con un ligero suspiro, derramar lágrimas de pura ternura y un amor y una dicha y una plenitud.

 Vives adherido a mi alma, simbiosis de sangre, fuente de vida. Respiras con mi corazón mientras te duermes y sin darte cuenta acompasas, sobre mi pecho, el calor con la vida.

Cierro los ojos en un suave abrazo y te siento hogar, destino final, droga a la que nunca renunciar. Eres mi hijo.



lunes, 11 de julio de 2022

A solas

Me dejo llevar por la ingravidez, flotando en plena soledad y el tenue frío. A la deriva, con los ojos cerrados, escucho el sonido de mi respiración amplificada en la profundidad, se diría que soy un astronauta perdido en la inmensidad del espacio, entre la nada y la nada, un alma. 

Es un mundo frío en el que me sumerjo, un mundo de paz, de olvido; al capricho de las olas, me acoge con la seguridad de una mortaja. Tu tacto, salado, es el destello de las estrellas, la caricia que me desborda y me abandona, corriente líquida entre los pliegues de la piel.

 Me siento y me olvido perdido en murmullos de miles de gotas rozando la belleza de mi silencio, derramando palabras rotas apenas dichas.

A solas en esta lúcida oscuridad dejo de estar, soy.