domingo, 26 de julio de 2020

Infiernos

Inocente de culpa serás decapitado porque la rabia que llevo dentro, ajena a la razón, sólo desea satisfacerse. Son tiempos de morder y arrancar a tiras la piel de los demás. Siento una ira que me envenena las palabras, me nubla el pensamiento y arrasa con todo lo que miro, lo que toco, lo que pienso.

Quisiera escapar de mí, olvidarme; volver atrás, a lo que era y ya no seré nunca más. Quisiera morder hasta descuartizar, gritar entre el gentío y en la soledad de un acantilado. Tirarme contra las rocas con tal de borrar, de agarrar el pasado y no soltarlo; sujetarme a él para no dejarlo escapar y no volver a mirar hacia adelante.

Necesito correr hasta la extenuación, huir de los demonios que parasitan en mis tripas. Viven en mí y son yo, son resentimiento, son un pozo negro sin fin de miseria en el que ahogarme con una sonrisa de frustración.

Vivo por inercia, vivo en el dolor, vivo en el resentimiento, y me voy corroyendo por ello.